Cada día que pasa el mundo evoluciona a pasos agigantados, las oportunidades laborales se diversifican y la búsqueda de talento va en aumento. ¿Cuál es la forma en que te presentas ante el mundo profesional? La forma más tradicional y que se mantiene vigente con el pasar del tiempo es la hoja de vida, currículum vitae, currículum o currículo, sea cual sea la forma de llamarlo, este documento cobra relevancia al buscar posicionamiento en el mundo laboral.
Existe la concepción errónea de que la hoja de vida únicamente debe actualizarse al momento de querer buscar una nueva oportunidad laboral. De hecho esta no es la única circunstancia en la que se utiliza, aquí se describen varias situaciones:
- Trabajas como consultor y quieres exponer tu experiencia laboral para hacer parte un equipo de trabajo o participar en una licitación
- Estás interesado en solicitar un aumento salarial en tu trabajo actual, adicional a los resultados que has obtenido en tu cargo actual, es importante exponer los avances que se han tenido en las diferentes áreas
- Vas a participar en un evento de actualización profesional y es importante tener una descripción de tu perfil profesional.
- Puede abrirte las puertas a nuevos retos profesionales y ser visible para las empresas o “caza talentos” que buscan proactivamente nuevos talentos.
En ese orden de ideas, la hoja de vida te convierte en un pasaporte de ingreso, presentación, de crecimiento; es la forma de hacer marketing personal y “venderte” como profesional.
Es por ello, que debe ser un elemento de constante actualización en cuanto a forma y fondo que permita ver la línea del tiempo que se ha desarrollado, así mismo, demuestra una característica de proactividad del profesional ya que se anticipa a los acontecimientos y a una apertura al desarrollo constante..